Héloïse Letissier es el nombre real que se esconde tras Christine and the Queens. En 2014 lanzó su primer disco, Chaleur Humaine, vendiendo cerca de 1.5 millones de copias en todo el mundo. La pregunta sería ¿el disco es obra de Héloïse o de Christine and the Queens?

Héloïse, desde muy pequeña tocaba el piano y estudiaba teatro y danza. Se pasó la vida estudiando música y practicando y mejorando las diferentes disciplinas artísticas que construían su mundo, pero aun así no terminaba de encontrar su propia voz, su forma de construir el futuro que ella quería.

En 2010 tras una serie de circunstancias dejó todo lo que tenía entre manos y se largó a Londres. Vivía sola, salía sola y trataba de encontrar aquello que le gustase de verdad. Una de esas noches terminó en el club Madame Jojo´s viendo actuar en directo a unas Drag Queens que le fascinaron desde el primer momento.  Al final esas Drag Queens forjaron una sólida amistad con Héloïse, haciéndole un hueco en sus vidas y cuidando de ella.

¿Qué vio Héloïse  en las Drag Queens? Vio la capacidad y posibilidad que todos tenemos de inventarnos a nosotros mismos. La capacidad que tenemos para crear personajes que tomen acción, que construyan un mundo diferente al que nos entregan por defecto.

Hasta ese momento Héloïse nunca había escrito una canción pero tuvo claro que la música era su camino. Le pidió a las Drag Queens montar una banda pero ellas se negaron alegando que tenían un trabajo estable y que no es lo que buscaban. En ese punto Héloïse comenzó a construir su propio personaje, ese que le permitiría a su actor construir el futuro que ella quería, comenzó a nacer Christine and the Queens, la superheroína que le ayudó a encontrar su sitio.

Desde el Coaching Generativo entendemos que cada uno de nosotros somos seres con un mundo emocional, con un mundo lingüístico (donde está también nuestra manera de pensar) y con un mundo somático en el que integran ese mundo emocional y lingüístico con nuestro cuerpo.

Como explicábamos en este artículo, estas tres dimensiones conforman el observador que somos, conforman cómo vemos y entendemos el mundo y lo que nos pasa.

Ese observador entiende el mundo desde el espacio emocional que tiene, desde el lenguaje que utiliza y desde el mundo somático que sostiene todo lo anterior.

A ese observador se le suma el actor que todos somos, la parte de nosotros que va a la acción, que tiene un mundo de prácticas. A través de esas prácticas que tiene incorporadas, a través de lo que es capaz y no es capaz de hacer, va escribiendo su historia. Ese actor es el que añade las dimensiones de prácticas e historia al ser que todos somos.

El observador que somos va a la acción a través de nuestro actor que finalmente es el que tiene unos y otros resultados.

¿Quién es ese actor que vive en nosotros? ¿Qué posibilidades nos abre o nos cierra? ¿Qué discursos recurrentes tenemos en nuestras cabezas? ¿Qué disfraces se pone y se quita ese actor? ¿Cuántos personajes tiene?

Héloïse, como muchísimos artistas, tuvo que crear un personaje –Christine and The Queens– para poder darle alas a su actor. Todos nosotros tenemos personajes más o menos marcados. Tenemos el personaje que somos con nuestros amigos, en el trabajo, jugando con nuestros hijos, etc. Hay otros personajes que no son tan evidentes y que quizá, sin darnos cuenta, nos abren o nos cierran posibilidades. ¿Qué personajes aparecen cuando las cosas no van según lo esperado, cuando tu equipo no consigue los resultados comprometidos, cuando tú no consigues lo que querías…? ¿Qué pasa cuando identificas prácticas que no te ayudan pero no eres capaz de cambiarlas, qué personaje está detrás de eso?

Cuándo tienes retos nuevos ¿de qué se disfraza tu actor?

Como diría Bowie “we can be heroes” quizá solo tenemos que identificar nuestro actor, trabajar con él y saber qué personajes son los que nos dan el poder para actuar, para cambiar lo que queremos cambiar, para construir el futuro que queremos construir.

¿Cuáles son tus superhéroes y cuáles tus villanos?

¡Vive Causa!