¿Tienes conversaciones con tu equipo en las que hay espacio al cuestionamiento, a la curiosidad, a las preguntas? ¿tienes conversaciones en las que aparecen frases como: “¿y si…?” “¿qué pasaría si…?” “¿nos hemos planteado…?” “¿para qué…?” “creo que no he entendido…”
Un equipo que se hace preguntas es un equipo que seguramente tenga resultados más sostenibles a largo plazo pues, las grandes ideas muchas veces nacen de grandes preguntas.
Entendemos por “hacernos preguntas” la capacidad de cuestionarnos.
Para lanzar preguntas en una organización tienes que estar en un ambiente donde la pregunta se entienda como un ejercicio que ayuda a tener mejores respuestas, mejores soluciones, o por lo menos, cuestionar las supuestas soluciones.
Para cuestionarnos organización debe haber un ambiente de confianza. Con esto no nos referimos a un ambiente necesariamente distendido, jovial y guay. Un ambiente de confianza es aquel en el que las relaciones humanas que tejen la organización se basan en una confianza trabajada y fundada. Una organización en la que hay espacio para el error y para la discrepancia, por lo tanto, para el cuestionamiento, la creatividad y la innovación.
Cuestionarnos como organización es un ejercicio absolutamente necesario si queremos que nuestra empresa trabaje como un todo, si queremos que nuestra empresa, como organización, sea consciente de lo que está pasando, de lo que está haciendo, de lo que debería hacer y de qué decisiones toma.
Articular y canalizar el cuestionamiento en las organizaciones nos ayuda a sumar de manera potente la capacidad creativa de cada uno de los miembros del equipo enriqueciendo así el espacio del nosotros, el espacio común.
Cuestionarse como individuo, cuestionarnos como organizaciones, cuestionar los fracasos, los éxitos, etc es un ejercicio que, como todo, requiere práctica. Aprender a hacer preguntas adecuadas, preguntas que abran posibilidades de crecimiento o de cambio constructivo y no preguntas que nos lleven a vías muertas, es un ejercicio que toda organización debería practicar.
¡Vive Causa!