“Valor es lo que se necesita para pararse a hablar; pero también lo que se requiere para sentarse y escuchar”
Winston Churchill
La Escucha. ¿Hablas o conversas?
Cuando era pequeña mis padres me matricularon en clases de oratoria. Siempre le dieron valor a la forma de hablar, cómo te expresas, qué dices, cómo lo dices, etcétera.
Ellos pensaban, como muchos otros que, si yo me expresaba bien, claro y con buena entonación; entonces la gente me escucharía. ¿Será así de cierto? Creería que la mayoría de las personas damos por hecho que si hablamos la otra persona nos va a escuchar…
Algo poderoso que descubrí hace algunos años cuando comencé en el mundo del coaching es que la comunicación no recae en el habla sino en la escucha.
Por lo general, relacionamos hablar como algo activo y el escuchar como algo pasivo. Pero esto no es así. En una conversación, cuando la otra persona está escuchando está interpretando no solo a través del lenguaje, sino con qué emoción dice lo que dice y cuál es el cuerpo que lo sostiene. (Aquí puedes leer más sobre el lenguaje)
Por ejemplo, hace unos días cuando le pregunté a mi coachee ¿cómo estaba? éste me respondió que en general se encontraba bien. Pero lo dijo desde un cuerpo contraído y con bajísima energía… ¿escuche que estaba bien? En realidad, escuché que algo le pasaba porque es inevitable que no interprete el cuerpo y la emoción. No podemos sacarlo del esquema.
Entonces, te vuelvo a preguntar ¿realmente la escucha es algo pasivo?
A través de cómo escuchamos construimos nuestras relaciones con otras personas y definimos cómo queremos actuar. Sin embargo, al parecer no le tomamos tanta importancia a esta acción. No en vano en todas las culturas tenemos frases repetitivas como “escuchas lo que quieres escuchar” o “¿por qué no me escuchas?”
Si quieres saber más sobre cómo escuchas y cómo podemos mejorar, escríbenos a Vive Causa que ¡estoy segura que te escucharemos!
¡Vive Causa!